|
'Casiopea A' observada desde el espacio en el infrarrojo, visible y rayos X |
La espectacular supernova Casiopea A fue la 'estrella' que se hizo visible a pleno día en el nacimiento del rey británico Carlos II, el Monarca Alegre. Esto es lo que concluye, aunque de manera tentativa, un estudio presentado en la reunión reciente de la Royal Astronomical Society, tratando de resolver un misterio que ha intrigado a los astrónomos durante largo tiempo. Se sospechaba que tal supernova debió hacerse visible en el s. XVII, pero hasta ahora no se ha conseguido asociar ningún fenómeno astronómico de la época con aquella explosión cósmica.
Una explosión hace 11.300 años…
Las supernovas son los fenómenos mas violentos de los que suceden en la Vía Láctea. Durante la primera semana que sigue a la explosión estelar, la supernova puede alcanzar una luminosidad equivalente a la de diez mil soles. Estas explosiones
no son frecuentes: en nuestra galaxia tan solo se han observado unas cinco en los últimos diez siglos, pero los restos de las supernovas pueden permanecer observables durante un millón de años.
Después del Sol, el resto de supernova Casiopea A (Cas A) es el objeto más brillante del cielo en ondas de radio. Este resto de supernova tiene una estructura característica en forma de burbuja. Midiendo la velocidad de expansión de la gigantesca cáscara, se puede rebobinar en el tiempo y es fácil deducir así que la explosión debió hacerse visible en la Tierra hace unos 300 años, esto es, en el s. XVII.
Cas A se encuentra a 11.000 años luz de distancia, lo que implica que la explosión debió ser vista con 11.000 años de retraso (el tiempo que tarda la luz emitida por Cas A en alcanzar la Tierra). Por tanto, la supernova debió tener lugar realmente hace unos 11.300 años.
Sorprendentemente, la supernova que originó Cas A parecía no haber sido referida en las crónicas históricas. Aunque debió tratarse de un suceso espectacular, ningún fenómeno astronómico de los anotados en el s. XVII parecía corresponderse con esta explosión.