sábado, 5 de marzo de 2011

La increíble historia de una mota de polvo de hace 4.570 millones de años

Un equipo de investigadores de la NASA ha reconstruido el periplo de la primera materia sólida que se formó en nuestro Sistema Solar



El meteorito Allende
 
Este relato comienza antes de que la Tierra misma empezara a existir. Incluso el Sol no estaba aún completamente formado, y un enorme disco de polvo y gas, los restos de su propio nacimiento, giraba desordenadamente a su alrededor. De esa nube, millones de años después, nacerían todos los planetas del Sistema Solar, incluído el nuestro. Hoy, un equipo de investigadores del Centro Espacial Johnson, de la NASA, ha conseguido estudiar una pequeña mota de esa gran nube de polvo primigenia, y reconstruir su increíble historia. El hallazgo se publica esta semana en la revista Science.

Se trata, probablemente, de la primera materia sólida que se formó en nuestro Sistema Solar. Es más pequeña que un guisante y se encontró, en forma de gránulo, incrustada dentro del meteorito Allende, una roca que cayó en México en febrero de 1969 y cuya antigüedad se ha estimado en 4.570 millones de años, treinta millones de años más vieja que el planeta que pisamos. Los científicos llaman a estos pequeños gránulos CAI (inclusiones de calcio y aluminio).

Los meteoritos han intrigado a los astrónomos desde hace más de un siglo porque contienen tanto minerales que solo pueden formarse en entornos fríos, como minerales originados en entornos muy calientes. Las condritas carbonáceas, como el meteorito Allende, contienen numerosos cóndrulos milimétricos y CAI de hasta un centímetro que en su día se calentaron hasta el punto de fusión y luego se amalgamaron con polvo estelar frío.

“Estos meteoritos primitivos son como cápsulas del tiempo que contienen los materiales más antiguos de nuestro Sistema Solar”, explica Justin Simon, autor principal del estudio. “Los CAI son uno de los componentes más interesantes de los meteoritos. Registraron la historia del Sistema Solar antes de que se formasen los planetas y fueron los primeros sólidos condensados a partir de la nebulosa gaseosa que rodeaba al Sol primitivo”.

Nuestra mota de polvo es, precisamente, un CAI. Y los investigadores han conseguido medir los isótopos de oxígeno de su interior, una pista capaz de revelar los lugares que visitó el CAI antes de formar parte del meteorito Allende y caer a la Tierra. Los isótopos son átomos de un mismo elemento que, sin embargo, difieren en el número de neutrones que contienen sus núcleos.

Y resulta que los isótopos de oxígeno de nuestra mota de polvo primigenio procedían de regiones muy diferentes y alejadas entre sí del Sistema Solar. El hecho de encontrarlos juntos es una prueba de que nuestra mota de polvo recorrió, antes de caer en la Tierra, centenares de millones de kilómetros durante muchos millones de años.

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